Quería compartir con vosotros, una de las experiencias mas apasionantes que me ha tocado vivir en estos últimos tiempos. Y disfrutar en esta etapa como “abuelos”, junto a mi mujer.
Desde que soy “abuelo”, ”avi” cómo me llaman mis nietas, he tenido que reflexionar y considerar que hay una conexión única y muy peculiar, entre nosotros “los abuelos” y nuestros nietos.
Pienso que no es un tema para los abuelos y nietos solamente. Todos durante la mayor parte de nuestra vida tenemos o hemos tenido abuelos, y muchas veces nos han dejado o estamos dejando un legado importante a nuestros nietos. Para bien, o para mal. Se abre un mundo de perspectivas y retos que debemos asumir como parte de la familia que somos.
Puede ser un desafío, pero es muy importante para la paz familiar. Hoy hay tantas familias que tienen conflictos y desacuerdos que los separan y que también separan a los abuelos de sus nietos. Cada situación es diferente y no hay respuestas fáciles ni instantáneas, pero es un gran objetivo convertirse en el principal defensor y animador de los padres de tus nietos, incluso si hay dificultades mayores entre ellos. Dar pasos hacia la bondad y la humildad. Sé un constructor de la paz familiar: un pacificador.
¡Qué bonita es la complicidad entre los abuelos y nietos! Es única. Difícil de explicar, pero fácil de vivir. Solo con la mirada nos entendemos, con una sonrisa nos ayudamos y nos alineamos fácilmente con ellos en el mismo lado de cualquier contienda.
La influencia que ejercemos sobre nuestros nietos, o la influencia que han ejercido nuestros abuelos sobre nosotros, es o puede ser importante y fundamental como protección y consuelo, así como para poder darles una guía espiritual para su vida.
Por ultimo y no menos importante, es transmitir de forma práctica el amor. El ejemplo lo tenemos en la persona de Jesús, “que de tal manera nos amó, que se dio a si mismo por cada uno de nosotros…” (Juan 3:16). “El amor es el regalo más grande que una generación puede dejarle a otra”.
Desde que viene la primera nieta/o se genera en el corazón de los abuelos un amor diferente, con un corazón enorme lleno de ternura y dulzura distinta a la que tuvimos cuando nacieron nuestros hijos, una empatía y un cariño diferentes. Una relación incondicional, que es un vínculo especial e inolvidable.
Resumiendo, “los abuelos somos los autores de una etapa mágica y entrañable de nuestros nietos”. Estamos fortaleciendo una relación de amor que es un vinculo especial e inolvidable con ellos, de vivencias y recuerdos intensos que los acompañaran a lo largo de su vida como una de sus memorias más preciosas.
Dios nos advierte en Deuteronomio 4:9 “¡Pero tengan cuidado! Presten atención y no olviden las cosas que han visto sus ojos, ni las aparten de su corazón mientras vivan, cuéntenselas a sus hijos y a sus nietos”.
Nuestra etapa de “abuelos y abuelas” como referentes, en todos los campos de nuestra vida, no acaba nunca, porque como dice la biblia, ¡Los abuelos también importan!
Me ha encantado el comentario sobre la conexión abuelos/nietos. Es una vivencia extraordinaria y leerla me abre los ojos para saber que no soy la única que lo experimenta.
Gracias por expresarlo tan bien!
Hola Laura, aunque tarde, desde SPA queremos darte las gracias por tu participación en colaborar…dando tu opinión o compartiendo con los abuel@s aquello que he ha hecho bien. Te animamos desde SPA a seguir colaborando y participando en este iniciativa, que vuestra web, saludos