El esperado verano pasó y ¡Llegó Septiembre! Que como cada año, nos da un toque de realidad, entrando de lleno en la “llamada normalidad” de vuelta al Cole, Institutos, Universidades y Trabajos. Pues éste mes trae consigo las rutinas habituales de la vida cotidiana de pequeños y mayores.
Nosotros tenemos dos nietas de 13 y 8 años y los días de verano, los compartimos con su otra abuela. Así que cuando las tenemos nosotros y se quedan a dormir, les encanta que alarguemos la hora de ir a la cama.
Disfrutamos con ellas, después de cenar, viendo en el sofá una película ¡por supuesto no pueden faltar sus palomitas!
Hay días que nos vamos a la piscina y en el agua hacemos juegos, después de comer una corta cabezada y ¡a seguir con el programa! sea ir al cine, a la bolera etc…. También les gustan los jugos de mesa y las cartas.
Éste verano la mayor ha descubierto “la canasta” y ¡le encanta! Hemos tenido momentos de todo combinamos actividades que podamos hacer juntos los cuatro, pero procuramos ser equilibrados con las dos por tema de edad. Hemos tenido muy buenos tiempos tanto de diversión como de reflexión. A las dos les gusta ayudar en la cocina, y a mí me encanta que me ayuden.
Pero llega septiembre y de repente ¡Ya estamos en casa! es verdad que los primeros días te sientes un poco extraño porque las echas de menos. Todo está en su sitio y ordenado, no se escucha a Aina llamando al àvi diciéndole ¿avi me imprimes dibujos “Kawaii”, que quiero pintar?
¡Que lejos queda el verano!, con sus idas y venidas, viajes, visitas a lugares nuevos, días de piscina o, noches de cine y palomitas y un montón de experiencias nuevas que, en muy pocos días se irán alejando.
Pero nunca se perderán esos recuerdos y momentos nuevos, que juntos hemos creado y que atesoramos ellas y nosotros en nuestros corazones, estrechando nuestros lazos de Amor para siempre.
