Las vacaciones son una oportunidad para reforzar la relación especial entre abuelos-nietos y para que ambos disfrutemos de unos momentos de gran satisfacción y de unas inolvidables experiencias…
Son muchos los niños que en verano pasan unos días con sus abuelos mientras sus padres trabajan o aprovechan para hacer una escapada.
Con el fin del curso escolar, surge la clásica pregunta y el dilema de los padres: ¿Qué hacemos con los niños? El principal problema para la mayoría de los padres es que los horarios laborales no permiten el cuidado de los niños cuando estos terminan el colegio. ¿Qué opciones tienen? Campamentos urbanos, escuelas de verano y un largo etc.. O la más socorrida de todas: dejarlos con los abuelos. Esta es una opción fundamental y una ayuda inestimable en muchos casos. Una vez más, los abuelos acudimos como un chaleco salvavidas. Muchos son los abuelos que se encargan de sus nietos y en verano se convierten, de facto, en segundos padres, o en abuelos canguro. Muchos abuelos vuelven a tener un niño a su cargo… aunque todos coinciden que la situación es muy diferente: “No es lo mismo cuidar de tus nietos que de tus hijos”.
Por otro lado, los nietos están encantados de poder pasar más tiempo con sus abuelos. Nos prefieren a nosotros más que a otras alternativas. Los abuelos somos a veces como padres, a veces como amigos y siempre defensores de nuestros nietos. Para los niños, los abuelos reflejamos una imagen de amor diferente, pues los nietos nos dan, a los mayores, la oportunidad de amar más libremente y de recargar sus fuentes de energía emocional. La relación abuelos-nietos es una de las más gratificantes dentro de la familia, y el mejor momento para disfrutar de ella es el verano.
¿Qué les aportamos?
Pasar las vacaciones a lo largo de los calurosos días de verano con los abuelos, les aporta aventuras que viven y se entremezclan con momentos para las confidencias y anécdotas del pasado. Estos instantes de intimidad ayudan, entre otras cosas, a que los nietos conozcan la historia de su familia. No olvidemos que “Los abuelos somos una fuente de información que une el pasado con el presente.” Les aportamos afecto, complicidad, confianza, experiencia, tiempo, momentos divertidos e inolvidables, anécdotas, historias, valores familiares, buen rollo, etc.
El cuidado de los nietos es una grata tarea para nosotros, lo que no quita que sea físicamente muy exigente cuando son más pequeños y mentalmente absorbente cuando llegan a la adolescencia. Un beneficio de la convivencia entre nietos y abuelos, es que los nietos aprenden a apreciar desde pequeños a las personas mayores.
¿Qué nos aportan ellos?
También hay ventajas, para nosotros los abuelos, de estar con los nietos. El contacto con ellos es muy enriquecedor porque nos hace sentirnos más vivos, más útiles, queridos e integrados. Nos estimula, nos obliga a mantenernos en una buena forma física y a mejorar nuestro rendimiento cognitivo. Asimismo, nos entretiene y vemos reducidos nuestros posibles sentimientos de soledad, aburrimiento o tristeza.
Además, nos fuerza a reciclarnos: para relacionarse con los nietos y estar al día ante ellos. Tenemos que aprender, entre otras cosas, a jugar a los videojuegos, a escribir un whatsapp o a enviar un correo electrónico, etc.
En definitiva, que los nietos pasen tiempo con sus abuelos en vacaciones es beneficioso para todos, evitando caer en el síndrome del abuelo esclavo.
Finalmente, os presentamos algunos TIPS (de Montessori Village) que deben ser acordados con padres, nietos y abuelos antes de las deseadas vacaciones:
- Indicar que habrá normas y límites, sin imposiciones. Por ejemplo: que los nietos pueden ayudar a hacer las camas, recoger, barrer, fregar su habitación, etc.
- Proponer actividades conjuntas. Si previamente hemos organizado y pensado un listado de las cosas y actividades que se puedan hacer con los nietos para que no acaben apoltronados delante de las pantallas.
- Acordar un menú básico para desayuno, merienda, comida y cena. Los niños pueden cocinar con sus abuelos, participar en poner y quitar la mesa, ir al mercado a comprar los ingredientes, etc.
- Gestión de emociones y conflictos. Este va a ser el punto más controvertido, ya que, por norma general, a los abuelos nos cuesta gestionar emociones y quitamos importancia a las situaciones. Acordar con los padres cómo actuar en situaciones delicadas. En última instancia, llamarles.
- Diálogo respetuoso. Lo más importante es que hay que recordar que los abuelos sabemos hablar y tratar a los niños, les cuidamos con mucho amor y cariño, y siempre queremos hacer lo mejor para ellos.
En conclusión, los abuelos ofrecemos a los nietos otra dimensión humana de la vida, otras formas de aprendizaje también bonitas; permitamos que nuestros nietos las experimenten durante esta temporada, pues el verano es el momento ideal para reforzar los lazos afectivos entre los abuelos y los nietos.
El tiempo de vacaciones, es el tiempo de los abuelos y de los nietos. ¡¡Vaya cocktail!!
Aprovechémoslo bien. ¡Feliz verano!
PUNTO DE ACCIÓN:
Te animamos a que nos compartas en la sección de Comentarios, tus ideas y las actividades que tienes pensado realizar con tus nietos durante este verano,. Esto ayudará a muchos abuelos.
