Había una vez un niño llamado Mateo, que vivía en una pequeña casa al borde del bosque.
Mateo era un niño curioso y siempre estaba lleno de energía. A menudo, se aventuraba en el bosque para explorar y descubrir cosas nuevas.
Un día, mientras Mateo exploraba el bosque, se encontró con un árbol muy antiguo y majestuoso. El árbol tenía un tronco grande y retorcido, y sus hojas eran de un verde brillante.
Mateo se acercó al árbol y notó algo especial: en la corteza del árbol, había una inscripción tallada que decía: “El árbol de los abuelos”. Intrigado, Mateo decidió investigar más. Volvió a casa y le preguntó a su abuela sobre el árbol. Su abuela, una mujer sabia y amorosa, le contó la historia del árbol.
“Este árbol ha estado en nuestra familia durante generaciones, Mateo”, dijo la abuela. “Es un símbolo de los vínculos indestructibles que tenemos con nuestros abuelos. Cada vez que un niño nace en nuestra familia, plantamos un nuevo árbol similar, y sus raíces se entrelazan con las del árbol de los abuelos”.
Mateo quedó asombrado por la historia y decidió cuidar aún más el árbol de los abuelos. Pasó horas bajo su sombra, escuchando historias de su abuela sobre la infancia de ella y las aventuras de su abuelo.
A medida que crecía, Mateo también plantó un nuevo árbol junto al antiguo, asegurando que la tradición de la familia continuará.
A medida que pasaban los años, Mateo y su abuela compartieron momentos inolvidables. Jugaron juntos, rieron juntos y aprendieron lecciones importantes. El árbol de los abuelos, testigo silencioso de su amor y cariño, seguía creciendo y floreciendo, al igual que el vínculo entre ellos.
Un día, cuando Mateo ya era un hombre joven, su abuela falleció. Aunque la tristeza llenó su corazón, Mateo supo que el vínculo indestructible con su abuela seguía vivo en su corazón y en el árbol de los abuelos. Cada vez que visitaba el bosque y veía el árbol, sentía la presencia reconfortante de su abuela.
¿Qué nos hace recordar esta historia?
El cuento de Mateo y el árbol de los abuelos enseña a los niños y nosotros los abuelos y abuelas, que los lazos con sus abuel@s son especiales y duraderos, como las raíces de un árbol antiguo. Aunque los abuelos puedan partir algún día, el amor y los recuerdos compartidos siempre permanecerán en el corazón de sus nietos, como un vínculo indestructible.
Muchas gracias!! Precioso el cuento del árbol de los abuelos!